sábado, 9 de julio de 2016



TERAPIA GÉNICA EN ACV

La terapia génica consiste en la inserción de genes en las células de un individuo y de los tejidos para tratar una enfermedad, como una enfermedad hereditaria en la que se sustituye un alelo mutante perjudicial con un funcional. Aunque la tecnología está todavía en su infancia, se ha utilizado con cierto éxito. Los avances científicos continúan avanzando hacia la terapia genética la medicina convencional.
rAAV terapia génica mediada por vector para el ACV isquémico experimental

El sistema de vector viral más seguro para la terapia génica se basa en virus adeno-asociado recombinante (rAAV) el cual se a desarrollado y aplicado en la terapia genética del ictus isquemico.

El vector rAAV ha hecho grandes progresos en la mejora de la entrega de genes mediante la modificación de la cápside y el aumento de la expresión del transgén por encapsidación del genoma de doble cadena rAAV. Y en total, nueve genes terapéuticos en 12 estudios con animales fueron entregados con éxito utilizando el vector de rAAV al cerebro isquémico a través de diferentes enfoques en ratas o ratones modelos de accidente cerebrovascular para la terapia génica y los resultados sugieren que rAAV podía mediar en la expresión de los genes de manera eficiente, la mayoría de ellos muestran evidentemente la eficacia terapéutica con seguridad biológica satisfactoria. La terapia génica que implica el vector de rAAV parece eficaz en la atenuación de la lesión isquémica en el accidente cerebrovascular y ha prometiendo gran medida el uso potencial para los pacientes en el futuro.

 

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viernes, 8 de julio de 2016


¿Si podemos producir nuevas células, a través de las células madre como podríamos emplearlas para ayudar a las enfermedades neurológicas ?

Las  células  madres serían capaces de diferenciarse a cualquier estirpe celular, y presentan así la potencialidad de remplazar a todas las células de cada tejido y órgano como el corazón, páncreas y sistema nervioso.

Los abordajes terapéuticos con células madre se concibieron como terapias regenerativas, con el objetivo de que las células trasplantadas en el sistema nervioso central (SNC) substituyeran las células perdidas, de forma que el SNC recuperara de nuevo su funcionalidad. Los mayores avances se relacionan a las enfermedades degenerativas como el Parckinson.



En varios modelos animales de enfermedades neurodegenerativas y de lesión medular se ha demostrado que las células madre tienen capacidad para integrarse en el tejido del huésped, diferenciarse y reemplazar parcialmente el tejido dañado, mejorando los defectos funcionales.


Existen diversos tipos de células madre según el tejido de procedencia. Las células madre que se aíslan del sistema nervioso adulto son conocidas como NSC y pueden diferenciarse a cualquier célula de linaje neuronal o glial. También se pueden aislar células madre adultas de la médula ósea, donde se separan dos poblaciones, las hematopoietic stem cells (HSC, «células madre hematopoyéticas») y las mesenchymal stem cells (MSC, «células madre mesenquimales»).

Recientemente se ha conseguido transdiferenciar células madre de la médula ósea a NSC, las cuales se han diferenciado a glía y neuronas.


 

 Fuente:

viernes, 1 de julio de 2016


EJEMPLO DE TERAPIA DE STEM CELLS EN ACV


Las CM son un tipo de células especiales que presentan la capacidad de dividirse indefinidamente, autor renovarse y diferenciarse en varios tipos celulares. Distintas fuentes de células madre están siendo utilizadas  para la futura regeneración del cerebro dañado y para mejorar funciones neuronales después de una isquemia en modelos animales. Se han utilizado células madre neuroepiteliales de ratón, células humanas inmortalizadas, de médula ósea y circulante en sangre, y células madre neurales.
Tipo de stem cell: células  mesenquimales  autólogas
Método de obtención:
Reprogramación de factores
Usos: recuperación funcional casi en su totalidad,  regeneración de tejido neuronal e inhibición de los efectos del proceso inflamatorio, tratamiento para embolismos
Resultados: 
Corto plazo: los síntomas se mantienen durante el primer mes de tratamiento.
Largo plazo: recuperación casi en su totalidad con secuelas mínimas.




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